Cielos grises, noches eternas glorias y hastío en la tragicomedia barro, cieno, piedras nubes, viento y tormenta.
Ankh
La noche. Oscuridad y espejo gris. La mente entona la canción Perséfone. La mente gira en vueltas y en el pene un sombrero de cuero que quiere ir. Toma hermano cada calá de muerte que mañana vendrá: "quería verte".
Bulerías, de Carmen. "Rock progresivo más flamenco más Lorca" podría haber titulado este artículo, veamos por qué.
La canción de la que quiero tratar en este articulejo me
vino a la mente, como súbito recuerdo, al recibir unas hojas de cierto
profesor, entre las que estaba la canción “Anda jaleo jaleo” recogida por
García Lorca.
Al llegar a casa reescuché la canción, que hacía un tiempo
considerable que no la escuchaba, y me di cuenta de varios valores remarcables
de la misma.
La canción es en directo, con baile flamenco añadido, lo
que le da un tercer valor a la canción que no analizaré por cuanto que no
aparece, al igual que sus vestimentas (el cuarto valor), en la audición del
vinilo en casa, pero son parte de la grandeza del grupo. Como me voy a dedicar
a la canción esta, no entraré en estos dos valores, los cuales los dejo para
los comentarios si alguien quiere hablar de ellos. Hay otros vídeos en youtube
en los que se escucha mejor, pero no quería dejar la oportunidad de que oyeseis
esta grandeza junto con el espectáculo visual.
1-En lo musical.
En este aspecto: la canción crea.
Es un género algo especial. Por un lado se encuadra dentro
del rock progresivo, cuya principal característica conceptual puede ser la de
su libertad de creación, su no encorsetamiento. Por tanto, con algo de ingenio
e imaginación se puede crear algo grande, al igual que se puede crear algo
verdaderamente de nula calidad. Por último, se encuentra el tercer grupo, el que
produce amor y odio por partes iguales. Pero no hay que olvidar que estamos
hablando de un género que por sí no está muy extendido entre los gustos populares, pero este ya es otro
tema.
En este caso concreto, el grupo lo que realiza es una fusión
entre rock progresivo con flamenco, produciendo una síntesis de culturas y de
conceptos musicales bastante delicada, pero que es el quid de la cuestión aquí tratada. Síntesis de culturas porque une lo tradicional popular meridional español con un género musical extendido por el mundo occidental. Síntesis de conceptos musicales porque une el concepto de la epicidad progresiva, que busca crear lo grandilocuente en el rock, muchas veces a base de improvisación y de innovación siempre, con el concepto de permanencia de la tradición del flamenco, que cuando ha querido innovar se ha convertido en algo insoportable y feo, con honrosísimas excepciones, como Lole y Manuel. Resultado delicado porque este, tras las dichas síntesis puede pasar de lo espantoso a lo
amable, y en este caso creo que se produce una canción muy amable. En este párrafo he resumido lo que tiene de grande esta canción (y disco y grupo).
Esto es así también porque hay comunión entre lo que el grupo busca
musicalmente y su pretexto, que sería la literatura neopopularista o de corte tradicional del primer
tercio del siglo XX. Esta comunión consiste en la fusión de dos movimientos conceptuales
aparentemente (o quizás no aparentemente) contrapuestos: en la literatura la
poesía culta con la poesía tradicional popular; en lo musical de esta canción la fusión de rock
progresivo con flamenco (visto en el párrafo previo).
Este paralelismo le da grandeza a esta composición musical,
que pretende rescatar lo que los escritores como Lorca pretendieron hacer en poesía.
Habiendo, de tal modo, comunión pretexto-producto; producto de una
intencionalidad, creo que consciente, pues no es sólo esta composición, sino
que el disco al completo (Fandangos in space) gira en torno a la fusión actual
occidental-tradicional español, solo que destacamos la canción Bulerías por ser
la más reseñable del disco.
2- En lo letrístico.
Es lo que me llevó a estas reflexiones, sin embargo no es lo
más importante de la canción, que como digo, es lo musical, pero sí es un gran
apoyo, por cuanto le da la esencia “entendible”, le da la sustancia que
relaciona a la composición musical con su pretexto literario, no solo cultural
(que sería el flamenco y el mundo popular del sur de España).
La letra, medio en español medio en inglés, que, hasta que no
se me demuestre lo contrario, pretende ser una conjunción de clichés, que a
modo de reunir en poco espacio mucha significación líricamente, trágicamente, nos intentan
recordar la poesía breve pero a la vez intensa de los cantares flamencos y/o populares, de los cuales también bebió Lorca (o Bécquer) para sus composiciones de fusión de corte neopopularista o tradicionalista.
Cuando digo que es una conjunción de clichés me estoy
refiriendo a que une partes de diversas canciones, sin llegar a reproducir
alguna entera, y además, seleccionando aquello que son tópicos. Creando, o recreando, a través de la tradición, algo nuevo, sin
embargo sólo es un apoyo a lo musical, donde reside el mayor valor.
Hay que destacar también el hecho de que el inglés y el
español no lo use sólo de forma intermitente, unas estrofas en inglés y otras
en español, sino que incluso una parte (parece ser el estribillo) está en “espanglish”,
parece decir: “Anda jaleo jaleo / en el café de Sevilla they get down al tiroteo”,
donde reconocemos algo proveniente de la canción recogida por Lorca*. Esta parte
es el culmen de la fusión: inglés y español por un lado, por otro tradición más
invención, en una canción todo fusión.
“Los gitanos son primores que le hacen a las
gitanas en el pelo caracoles”
A continuación cantan en inglés, y creo entender un “gypsy
lovers”, así que infiero que traducen la estrofa al inglés.
También se oye un “En una cueva de Granada”, mezclado con la
del tiroteo, cuya otra versión, la que comienza con “anda jaleo jaleo” en la
canción, tampoco coincide con la Lorquiana, que es:
“¡Anda jaleo, jaleo!/ Ya se acabó el alboroto/ y vamos al
tiroteo.”
EDITADO**: Gracias a una conversación con el profesor Rogelio Reyes, catedrático emérito de la Universidad de Sevilla, sobre este artículo, he sido consciente de que esa referencia a las "cuevas de Granada" puede venir de una canción de moda en los 40 y 50, nuevamente en los 90: Tani, que empieza: "A la cueva que hay en Granada/ ha llegado de tierras lejanas", de la que no es nada difícil que pueda haber una versión: "en una cueva de granada...".
Una cuestión aparte es la de la traducción del estribillo “espanglish”:
ese They get down al tiroteo, yo lo traduzco, que no tengo apenas idea de
inglés, por un: “ellos bajan al tiroteo” con el significado de ‘acercarse’,
pero si otra persona, después de escuchar la canción quiere aportar otra idea,
adelante.
Conclusión:
El grupo pretende, y creo que consigue, hacer en una canción
lo que Lorca quería en un poema. Fusión de lo dicho anteriormente acompañado de intencionalidad artística.
EDITADO:Creo que la parte culta está clara, no se trata de que unan clichés a la ligera, sino que hay un componente culto (o muy culto) detrás de estas composiciones. El bailarín, por ejemplo, no es un cualquiera, es profesor de flamenco, y para serlo, ha tenido que oír mucho flamenco y conocer letras flamencas, muchas de las cuales son rescatadas por escritores cultos, que si a ellos no hay que conocer, eso no desquita de la cultura musical que deben tener esta gente. Por otro lado, oímos la harmonización llevada a cabo por Lorca a "Anda jaleo jaleo" entre los acordes de la canción, eso quiere decir, que este grupo ha escuchado la versión de la Argentinita y Lorca, sí o sí. Me niego a creer que un grupo de música se haya conformado con cualquier versión a la hora de retomar ellos la tradición.
Si no
te gusta, amigo lector, el rock progresivo, quizás no estés de acuerdo. Si te
gusta, espero haberte convencido.
Angelus Robur Agrestis.
Si consigo la letra de la canción entera, tanto en inglés como en español, reeditaré el texto para añadirla.
*Federico García Lorca, Primeras canciones. Seis poemas galegos. Poemas sueltos. Colección de canciones populares antiguas. Mario Hernández. Obras de Federico García Lorca, tomo 5. Madrid. Alianza Editorial.
**Las dos añadiduras que hago son posteriores a la publicación del artículo y provienen de una conversación que he tenido con el profesor de la Universidad de Sevilla Rogelio Reyes, gran especialista en Valle Inclán, sobre este artículo.
Alguno se acordará de un artículo escrito en diciembre en el
que trataba a cierto rey ostrogodo a través de las leyendas nórdicas, más
especialmente de las islandesas.
Una de las fuentes fundamentales, para conocer la historia
de los godos, no es un ensayo actual, ni un documental, es una “crónica” del
siglo VI, escrita por Jordanes, a la que hice referencia en alguna ocasión en
el susodicho artículo. Dicha “crónica” se intituló: De
origine actibusque Getarum.
Me he comprado una traducción (edición y traducción de José María Sánchez Martín), directamente del latín, de la
“crónica”. Este artículo, el presente, quiero que sirva de reflexión ante la
ventana que estoy cerca de abrir. La reflexión girará en torno a los godos y en
torno a las expectativas que el libro suscita tras una primera visión del
libro.
En primer lugar, el libro me transmite confianza por ser de
la editorial Cátedra (colección: Letras Universales). Esto no es argumento suficiente (ni válido) para
considerar un libro bueno, pero por mi experiencia con éstas, creo que me
encontraré una buena edición. El segundo dato que me transmite confianza es el
de que sea traducción directa del latín (o eso parece). Por otro lado, he
estado ojeando la introducción (algo que suelo hacer por gusto con las ediciones
de obras antiguas y no tan antiguas) y he visto que en ella se habla del stemma codicum de los manuscritos, lo
cual significa que la edición es seria, no de Fontana. También suelo leer el
índice, pero no me he fijado mucho esta vez, pero al hojear por la acera el
libro, me he percatado de que había apéndices: reyes, un árbol genealógico, una
cronología, mapas y un índice onomástico. Lo que hace a la obra una buena
edición, ya antes de haber leído nada (casi).
Como dato negativo, y para que no quede oscurecido lo pongo
en párrafo aparte, está el que no aparece cuál es la ilustración de cubierta.
Aparece, como es normal, el que ha diseñado la cubierta pero no cita qué cuadro
y de quién es ha utilizado.
En la contracubierta aparece un par de textos, el primero
habla sobre Jordanes, el segundo sobre los godos. Dos cosas a destacar que, aun
ya sabiéndolas, al leerlas aquí me han hecho reflexionar.
En primer lugar. La obra fue compuesta circa 550-551 después de Cristo. Es decir, estamos hablando que la
obra fue compuesta en un momento en el que hacía poco los godos estaban aún
buscando un sitio en el que quedarse. Quizás el recuerdo estaba vivo del paso
de los godos por el norte de los Balcanes, zona por la que pudo vivir y moverse
Jordanes (ya lo veré en su biografía que aparece en la introducción). Por
tanto, el libro es casi periodismo, es historia viva en ese momento. No es como
si ahora hablamos de los Pelasgos, pueblo que hoy no existe, sino que era
historia de un pueblo en plena vitalidad, recién asentado en un territorio en
el que aún sus herederos están.
En segundo lugar, el propio acto enunciativo del texto de
Jordanes: “ constituye el primer intento conocido de crear una historia […]
elaborada de modo consciente[…].”(Lo entre corchetes lo he quitado para no
desviar la atención a otro tema que daría para una reflexión larga). Estamos
pues ante el primer ejemplo de historia, como digo, casi de periodismo en
algunas partes del texto, que como tal se puede considerar. Esto me parece
interesante por dos cuestiones: el primero, referente a la propia
historiografía, y el segundo, por su relación con las leyendas del norte de
Europa. ¿Pudo influir este texto en la creación de la leyenda de los
nibelungos? Esa pregunta me parece casi fundamental. Me gustaría poder tener
entre mis manos otra crónica, la de Quedlinburg, que parece ser que trata sobre
los godos, y comparar. ¿Eran tradiciones distintas unas y otras, aunque traten
los mismos hechos históricos?
Mis intereses en este campo se centran en la relación
historia-leyendas de los pueblos del norte de Europa. ¿Sacaremos conclusiones
algún día más allá de la confirmación de que detrás de la leyenda hay realidad
(algo que por otro lado, no he inventado yo, aunque parezca que así lo quiero
transmitir ¡Dios me libre de la soberbia insana, a mí sólo me gusta la sana!)?
Las saque o no, me conformo con disfrutar con la historia o cuasi historia de
estos pueblos.