viernes, 30 de marzo de 2012

Bonifacio Chamorro. Cara y Cruz?

Esta breve nota la quiero dedicar, de paso tomando al pie de la letra el sutil "impelimento" del sabio Angelus, al casual encuentro del que he sido objeto esta tarde, el cual no me acabo de explicar por qué ha llegado tan tarde, y de la posterior micro-investigación (de apenas unos minutos) que me ha hecho ser "visionador" de lo que aquí plasmar he. Me explico.

En la famosa Colección Austral, la del ciervo ése que tiene estrellitas, y va por colores, tengo la suerte de contar con una traducción de las Odas y los Epodos de Quinto Horacio Flaco cuya tercera edición data del año 1967, pero cuya primera publicación se remonta al 10 de Septiembre de 1946.

Pues bien, el traductor del inmortal "monumentum aere perennius" es Bonifacio Chamorro. La verdad es que a mis cortas luces filológicas, pero que por escuchar, han escuchado muchos nombres propios, no tenía en mente a este Bonifacio Chamorro, y lo hubiera seguido teniendo como alguien desconocido. Eso, pese al gran detalle que condiciona su traducción: toda ella está trasladada a versos castellanos. Tal vez en algún momento emprenda a comentar el tema de la traducción en verso, pero vamos a dejar eso para otro día.

Lo cierto es que, al concluir la traducción de los epodos, me encuentro para sorpresa mía (y ha tenido que esperar el momento hasta esta tarde) con un poema propio, del traductor, a modo de epílogo, que reza así (intentaré transcribirlo exactamente igual que en el libro):

"Amo de Horacio la actitud sencilla
ante el cortejo que esplendente pasa ;
el gusto, la medida, el equilibrio...
Su afán de gloria, no. No me hace falta.

Lector, ni tus elogios, si es que llegan,
la vida de hoy me tornarán mañana,
ni el que puedan tal vez no llegar nunca
me quita el sueño... Haber vivido basta.

Revivir fuera bello, mas logrando
en cuerpo revivir, no en nombre y fama.
Volver a ver los campos florecientes,
el fugitivo arroyo y la montaña ;

renovar el placer de hallar amigos
con quienes compartir risas y lágrimas ;
dueños volver a ser de un breve bosque,
de un prado, de una viña, de una casa ;

y en pleno corazón sentir de nuevo
las flechas dulcemente envenenadas
por el travieso Amor, dueño del mundo.
¿La gloria esto no da?... Pues no da nada."


Como pequeño inciso, me permito citar otro poema de otro autor un tanto más reciente que se me ha venido a la mente al leer y al trancribir:

"Itinerante entre los secos lagos,
amenazados por la escarcha,
a pensamientos florecidos llego;
despido el decenio que marcha.

Cerca de mí veo al mayor poeta,
y sus raíces sevillanas;
es esto más que mi talento vano
lo que en verdad con él me hermana.

¡No! No me culpes por ser mal alumno,
pues mi siglo al arte maltrata:
si alguien se atreve a cantar vivos versos,
nadie oírlo siquiera trata.

Sin más, veinte años he pasado aquí;
al parecer nada me falta.
Ya el objetivo no es el mismo de antes:
llegar a las cumbres más altas.

Ya sólo pido que al rimar arranque,
sonrisas pequeñas, humanas.
Si al marchar, alguien aplaudirme quiere,
lo dirá la Muerte mañana."



Pero ahora viene el fulmen in clausula: resulta que una pequeña búsqueda en Google con el nombre del regio traductor y poeta Bonifacio Chamorro me ha reportado un nada esperado resultado: Según parece, nuestro hombre no dejó nada más escrito a su muerte (de cuya fecha carecemos). Nada, excepto el epílogo susodicho, y esta obra que introduzco ahora, de 1938, para la cual (afirman), también se vio imbuido por el talento del vate de Apulia:


"Se han cumplido mis antojos
estás aquí ante mis ojos
rubia y chata
no eres pues sombra ilusoria,
ni vano tema de historia,
ni ensueño, ni patarata
¡Existes, noble patata!"


¿Qué podemos deducir de este incondicional de Horacio? ¿Por qué nos brinda sólo dos obras, y por qué éstas son de tan distinto calado? La causa aducida por sus conocidos es el hambre provocado la Guerra Civil. Pero ¿De verdad este poema fue escrito en tono serio? De ser así, podemos explicar su aparición en tal momento; pero el hecho de otorgar seriedad  a esta Oda (más aún si se pretende emparentar con la tradición horaciana), ¿no sería un atrevimiento impropio para un artista que demostraría poco después ser digno de los versos de antaño?
Tal vez algunos años atrás aún tendríamos ocasión de preguntar al autor. Pero sus intenciones ahora se nos escapan...


Sp. B. N. Gr.

jueves, 29 de marzo de 2012

Nibelungos en Castilla. Un ensayico sobre el romance de don Bueso, o Boyso.


Antes de nada, le dedico este artículo al maestro que no conocí en persona, obvio, pero que como tal lo considero, pues a veces se conoce mejor a las personas por su espíritu hecho letra.

Después de tanto tiempo sin poner algo sobre mis averiguaciones y reflexiones en torno al mundo germánico y la relación entre su Historía y lo escrito, me he decidido, quitándole tiempo al sueño y a cierto trabajo que, aunque placentero, me tiene algo harto, ha escribir un articulejo (que serán dos) sobre un romance popular de la tradición moderna, el de don Boiso, o Bueso. Sobre él abajo diré, ahora sólo anticipo que al final del todo, en la segunda entrada, habrá ¡¡nibelungos en Castilla!!

                                                    Ea, un burgundio.
                                               

Hay unos romances que circulan por toda la Península, en su tradición popular moderna, que en el mundo académico son llamados “Romance de don Bueso”, o “Boyso”, el propio García Lorca rescata una variante de dicho romance: http://www.poesi.as/index247.htm.

Podemos oír uno aquí:

Uno de los ejemplares  de los recogidos que debe ser de los más antiguo en cuanto a su forma (todos son de la tradición moderna), es uno sefardí, que aparece en Díaz-Mas, Romancero, 1994, págs. 272-275, recogido en Salónica. Hay más de don Bueso entre los sefardíes, aunque yo me centro en este que cito, que lo recojo de Piñero, Romancero, 1999, pág. 436.

De las altas mares  traen a la niña,
Cubierta la traen   d’oro y perlería;
En su cabeza lleva   una piedra zafira
Qu’arrelumbra de noche   más que al mediodía.
¿Ónde la llevarían   anesta cativa?
Ande la reina mora, qu’ahí lo merecía.
--¿Yo qué la quiería   anesta cativa?
El rey es mancebo    se la namoraría.—
La niña celosa   a llorar se metía.
--Metelda, siñora,   a lavar al varo,
Que piedra colores   y cobre desmayos.—
Cuanto más la meten   a lavar al varo
Más arrelumbraba   el su cuerpo galano.
--Quitalde, siñora,   el beber del vino,
Que piedra colores,   que cobre suspiros.—
Cuanto más le quita   el beber del vino
Más arrelumbraba   el su puerpo lucido.
Inda no’s de día   ni amanecía
Cuando la blanca niña   lavaba y espandía.
Su hermano, el don Bueso,   por ahí pasaría.
--Oh, qué manos blancas   en el agua fría.
Enteras parecen   de una hermana mía.
¿Vos place, siñora,   venir en mi compañía?—
--Los paños del rey,   ¿ónde los dejaría?—
--Los que son de oro   con ti los traerías,
Los que son de seda   al río dejarías.—
--Oh, qué pachás blancas   enriba el caballo.
Enteras parecen   de un querido hermano.
Dicimi, mancebo,   ¿ánde me llevarías?
Estábamos cerca   los campos d’Oliva?—
--Dicimi, la niña,    la niña lucida,
¿d’ónde conocías   los campos d’Oliva?—
--Ahí fue criada   y ahí fue nacida;
So hija de reyes,   de bueno venida,
Me cautivaron moros   por la mañanica.—
--Abrisme, mi madre,   puertas del castillo,
Que en lugar de nuera   hija vos hay traído.—
--Si es la mi nuera,   entre en mi cillero;
Si era mi hija,   venga en los mis brazos.—
--Abrisme, mi madre,    puertas del palacio:
En lugar d’ermuera   hija yo vos traigo.—
--Si me traés hija,   venga en los mis pechos;
Si es mi nuera,    entre en mi cillero.—
Eso que oyó la madre   sus puertas abriría,
La besó y la abrazó,   arriba la subiría.

                                         Sefardíes. (http://asonante.blogspot.com.es/2011_03_01_archive.html)

El hecho de que sea sefardita ya indica que debía cantarse en 1492. Sin embargo, no hay ninguna copia antigua de dicho romance. Hasta las encuestas modernas no se recogió y se hizo patente su existencia actual por parte de los académicos. Sin embargo, y a parte de que lo cantaran los sefardíes, lo que ya da una fecha mínima (1492), se sabe que era conocida en 1560, año de una edición de un pliego suelto, conservado en Praga, en el que se cita un inicio de romance:

     A caça va el rey don Bueso
     Por los montes a correr[1]

Según Menéndez Pidal “es la única cita textual que tenemos de un romance viejo de don Bueso”, romance que hoy no se conoce. Este inicio es similar a otros romances, con el mismo protagonista; romances llamados, por ser su tema, de la Muerte Ocultada. Pero quizás pudiera ser una variante de la recogida últimamente, en que estén ambas tradiciones mezcladas, pero quizás nunca lo sabremos.

Otras referencias anteriores las hay, en poemas de 1460 y 1420. Sin embargo, son citas indirectas del personaje, no del romance, y no parecen ser, por su referencia, el don Bueso del romance que ahora nos toca, por tanto rechazamos estos “buesos” como perteneciente a la misma tradición. Si con Rolando se pasó desde un principal guerrero de Carlomagno que muere en Roncesvalles, a un caballero loco de amor, quizás estos “Bueso” de los que hablaba, tratados de forma burlesca, habían sufrido un cambio similar (como personaje, no como romance), de hecho, a finales del siglo XVI se escribió un romance en el que se parodiaba en un tono “moderno”:

    Doliente estaba don Bueso   de amores que non de fiebres;
    Doloridas penas passa    por mirar ojos crueles…(Pidal, 1951, 107).

El maestro Menéndez Pidal nos trae a colación (Ibídem) una serie de extractos de romances, en el que aparece el personaje, ya hecho tópico, sin duda, pero que creemos tuvo que nacer de esos romances iniciales en los que se le trataba sin ridiculizar, sin caracterizar de algún modo que no fuera el de un noble caballero que en un viaje o paseo se encontraba con su hermana. Quizás, en los romances en los que más marcado estaba el personaje sea en los romances más modernos, en los que Bueso es más cortés y menos “medieval”. Hasta aquí, lo que he intentado mostrar es que hay una tradición, con un modelo que ha debido sufrir modificaciones con el tiempo.

La historia de don Bueso en los romances conservados, incluso en los sefardíes, que como digo son los más antiguos que tenemos, aunque recogido en tradición moderna, por tanto es posible que algún cambio haya sufrido, consiste en el noble caballero que se encuentra a la hermana en la morería y la trae de vuelta a casa. Sin embargo, la historia-fuente (Gudrun) de la que procede no es así, sino que dos caballeros van a rescatar a su hermana y prometida respectivamente, que está cautiva en la corte de un enemigo, por tanto el personaje femenino no es rescatado por un hermano sólo, ni estaba en tierra de moros. De ahí que M. Pidal diga: “Sabemos, pues, de cierto que en el siglo XVI y comienzos del XVII eran muy cantados ciertos romances viejos, muy viejos ya en la segunda mitad del siglo XV, en los cuales don Bueso iba a caza, y en los cuales pasaba alguna aventura de amor propia de edad arcaica” (Pidal, Ibídem, 109). La negrita es nuestra. Con remarcar esa frase, queremos hacer notar que hablamos de que la historia era “vieja”, por tanto la historia es muy anterior al siglo XV, y esa historia debió cambiar con el paso del tiempo y el espacio desde su origen a su recogida (aunque por los datos que ya hemos dado, y por la historia que cuenta el romance sefardí, podemos decir que ya en el siglo XV se había consumado el cambio). En cuanto a lo de “aventura de amor” hay algún ejemplar en que parece que la dama ha sido violada, por tanto, queda el rastro de una acción sexual, más cercano a esos romances, muy viejos ya en el siglo XV, que engarzarían posiblemente con la historia original de Gudrun, o quizás, de alguna otra, que más abajó hipotetizaré.

Hay que remarcar una característica de dicho romance sefardí: la poliasonancia. Esto lo que nos indica es que el romance está a medio camino entre una versión anterior por partes, en que cada parte tiene una asonancia, y un segundo momento en que sólo hay una asonancia. Aquí, lo que tenemos es la alternancia de varias asonancias de forma aleatoria. Lo que nos sirve para pensar que el romance en 1492 ya era añejo, aunque no se pueda decir cuánto, lo que redunda en nuestra creencia de que el personaje ha podido sufrir cambios a la par que la forma misma del romance (es sabido que con el tiempo el romance se va reduciendo), no tiene, por tanto, que parecerse en lo más externo a su modelo original.

Hay otras tradiciones de romances con dicho protagonista, pero no nos interesan entrar en ellas, sólo considerar que pueden ser tratamientos diferentes de un mismo personaje, lo que nos ayuda a pensar esto es el hecho que el mismo maestro Pidal nos dice: Bueso es un nombre escasísimo. Así, podemos recapitular y reflexionar acerca de los cambios que el tiempo ha podido propiciar:
-       
               Un personaje, Bueso, que es tratado en varias tradiciones (al menos tres: Princesa cautiva, Muerte Ocultada y el de la Mala Suegra), pero que pueden ser tratamientos paralelos de un personaje cantado previamente. Nosotros nos centramos en el de la Princesa Cautiva.
  
         Parece ser, según Menéndez Pidal, que dicho personaje en esta tradición, tenía un lio amoroso. Quizás entremos en eso en la próxima entrada sobre el tema. Lo que sí puedo decir es que hay alguna versión en que parece indicar algún tipo de violación, aunque no parece que sea por parte de Bueso, lo que no importa, pues el tiempo ha podido modificar el poema. 

-          Según veremos más abajo, el personaje masculino, si la historia proviene del poema Gudrun, es una síntesis de dos personajes del poema germánico, algo que también parece influido por el tiempo y por el influjo de otros tipos de composición que más abajo se reseñarán.
-          
        En lo formal: los ejemplos sefarditas, tanto el audio como el transcrito aquí, son poliasonantes, por tanto son un estado que nos produce sensación de antigüedad, ya que están entre un estado antiguo con varias partes y asonancias, y otro estado con una sola asonancia.

En cuanto al personaje:

 Sólo podría ser interesante pensar que en el siglo XIII aparece en la poesía juglaresca un Bueso, francés, a quien mata Bernardo del Carpio, sin embardo en el siglo XVI, Ambrosio de Morales cree imposible aquella batalla con ese enfrentamiento.
                                                     Nuestro amigo, Ambrosio de Morales.

 Que esté relacionado este Bueso francés con la épica es algo que debemos tener en cuenta. Reflexionemos:

-tenemos a un Boiso, del siglo XIII (recordemos que en poesía juglaresca, por tanto, no en romance),  relacionado con la épica y de origen francés. Pidal nos dice que el nombre es “importado de Francia”, y usado muy poco por personajes históricos, que parecen relacionados con Palencia: un merino mayor de Saldaña y gobernador de Carrión (de los Condes), otro en Aguilar de Campóo, y otros de tierra de Palencia, ya sea con Bueso (Boiso) en apellido o en nombre, la mayoría de los dichos son del siglo XII, otros del XIII. En un romance de don Boiso se habla de tierra de Campos, puede ser restos de una canción anterior en el que se cantara alguna hazaña de un guerrero de la tierra. Comienza:

   Camina Don Boyso—mañanita fría
a tierra de Campos—a buscar la niña.
Hallóla lavando—en la fuente fría.
—¿Que haces ahí, mora,—hija de judía?

Como se dice en esa web, lo normal es creer que el nombre Boiso o Bueso pudo ponerse de moda, por otros cantares anteriores (juglarescos), y que la gente se llamara así, pero para poner a un héroe de un romance en una tierra tan concreta, parece ser provocado por alguien de esa tierra o que en esa tierra hiciera algún tipo de gesta. O el héroe francés se confundiera con un personaje de la tierra y se cantaran ambos a la vez, de una forma sincrética en los cantares juglarescos, o que los distintos personajes (palentino y francés) se unieran en esta forma sincrética en la aparición del romance, cuando ya la frontera no estaba en Palencia, sino en Granada, aún así, se mantendría ese detalle de Palencia, proveniente, como he dicho, de un cantar anterior;

-por otro lado, tenemos una historia que recoge el tema de la princesa cautiva y rescatada (en este caso por su hermano, modernización que creo posterior, influido por el tema de la filadelfia: Karlamagnus-saga, Infantina de França, Pastorinha y Silvaninha, son los temas que Carolina Michaëlis de Vasconcellos aduce, yo lo tomo de Pidal, 1951), que parece ser una historia en romance proveniente de una traducción (ya sea por tradición directa o por traducción de otra lengua a la que ya había sido traducida). Me aventuro a pensar que la versión sefardita, o si es mejor, la versión antigua no conservada es “descendiente” de una versión traducida de un original extranjero, traducida al español bien del catalán (donde también se conserva), bien de otra lengua, y quizás en esa traducción o en otra de una lengua intermedia la historia se pudo cambiar.

Si tenemos dos tradiciones medievales: una del siglo XIII, juglaresca, en la que Bernardo del Carpio mata a don Boiso, francés, y luego tenemos una historia en que un caballero salva a una dama noble cautiva (historia de Gúdrun en este caso), y por último tenemos romances castellano en que detalles de ambos se mezclan: protagonista de uno, historia de otro, nos hace pensar que hubo una síntesis de ambas historias. Posiblmente porque el personaje de Boiso se convirtió en muy famoso, como la prodigalidad que Pidal nos muestra en sus ejemplos nos hace ver, lo que le hacía en un personaje muy interesante para realizar la “hazaña”. Y también en otras tradiciones y parodias como hemos visto. En este sincretismo en el que el Boiso juglaresco se erige en protagonista masculino único, se pudo sincretizar a su vez los dos protagonistas de la leyenda originaria (de la que no hay versión directa en España, más allá de este romance), el hermano y el amante. Como rastro del amante tenemos el que don Bueso va al campo en busca de "amiga", o de "nuera" para su madre.

La historia, de esa forma, se modifica adaptándose a la realidad hispánica (frontera, como la que en el siglo XIII podía haber en Tierra de Campos) y al personaje don Boiso, que ya tenía su propia historia (galante, y quizás guerrero en la frontera, pues sigo pensando que el que aparezca Palencia en uno de los romances puede ser resto de una canción anterior, no en romance, claro, en el que se contara la historia de un personaje, quizás también con este nombre, en la frontera, una historia de hazañas o de amoríos).

Otros ejemplos:


En la siguiente entrada sobre el tema, hablaré sobre la relación concreta entre la leyenda de los Nibelungos y este romance castellano, algo que era la intención al ponerme a escribir este articulejo, pero que al final, por lo complejo del tema, me he visto obligado a hacer primero estas hipótesis para luego, una vez aclarado yo mismo acerca de qué es este romance (al menos, mediante hipótesis), poder embarcarme en el próximo articulejo, muy interesante y que puede arrojar luz sobre mi “investigación” sobre el tema de “los germanos y lo escrito” que estoy realizando, cuya próxima entrada estará relacionada con Jordanes.

Por útlimo, tengo que pedir perdón por la, quizás, difícil lectura de este articulejo, porque lo he escrito del tirón, apenas sin revisar, y son las 3 de la mañana. No tengo ganas de revisar, otro día, pero por si “otro día” significa nunca o un mes, lo cuelgo ya.

Bibliografía:

Pedro Piñero, Romancero, 1999.
Ramón Menéndez Pidal, De primitiva lírica española y antigua épica, 1951.
A parte de estos libros, he usado las páginas web que he enlazado. Las otras citas que hago, están en Menéndez Pidal.


[1] Véase F. Wolf, Über eine Sammlung spanischer Romanzen auf der Universitäts Bibliothek zu Prag, Wien, 1850, p. 18 (Apud Pidal, 1951, 106)

SEGUNDA PARTE http://grupont.blogspot.com.es/2012/04/sobre-don-bueso-segunda-parte-la-cruz.html

Angelus Robur Agrestis

viernes, 23 de marzo de 2012

Another dies natalis Tertii

Hoy, dies natalis de Tertius, publico la dedicatoria-felicitación que acompaña al libro que le regalé. Qué él, si quiere, hable del suso dicho.

Veinticuatro años no son nada para,
rodeado de excelentes tanto Jobits...
digo, espero que entre estos algún jobi
te produzca, con gran lectura clara.
Perdona bellos ripios, que para eso
hecho del nitau es, sextento expreso.

Dígote también amigo
que disfrutes deste día
jodiendo (y no hay más tutía),
cualquiera otra cosa, jigo
alguno se me va, y guardes
estas gracias que te doy
en tu aniversario, hoy,
pa que las leas cuando arde
en tu corazón o en ehhh
las ganas de recordar
de las manoplas el haz
o quizás más el envés.

En ex "cursi" se me va
la olla y no puedo centrar
el seso en lo que más va
espero que destos li-
brillos sepas el desliz
perdona'antes de morir.


EA.

ANGELUS ROBUR AGRESTIS 

jueves, 15 de marzo de 2012

Peccata Mundi. Sevilla.

Necesito desconectar de alguna cosa, por tanto, rescato del olvido (de verdad que se me había olvidado) esto:

No de Gautier me animan los vampiros
de sus sueños y muertos tristes
tanto como el lugar al que mis pasos
me arrastran, triste y oscuro,
en la hora amarga y oscura
en la que las fantasmas en lánguido
y fantástico vuelo
me sumen en sopor y suaves
susurros.

Un soñoliento estar con lentos
acordes que suavizan mi existencia
y un reposado oír,
y mortecinos arreboles
que entre mis párpados colarse quieren,
mas me resisto
como morir me dejo.

5 de Feb. 1:25 (Pecata Mundi)

ANGELUS ROBUR AGRESTIS

martes, 13 de marzo de 2012

Vuelos de Lesbia, Casta...

 No pretendo epatar la gran dedicatoria de Tertius. Entre otras cosas porque este poema no es nuevo, sino que cumple un año hoy mismo (creo que lo hice el mismo 13).

 
Ad. Angelum...
No te aproveches, Lesbia, de tu honor,
pues nunca conociste tiernas danzas,
pesaste dos amores en balanza
y frívolo pasó tu dulce ardor.

Si sueñas con cuidar, Casta, la flor,
aguardando claveles de alabanza,
guarda calor varón fiera templanza,
oculto en tus cabellos, burlador.

Bien sabe, dama, seas tú cualquier,
el jiennense mordaz que te pretende,
que anhela oler fragancias en tu cama.

Mas no receles nunca de ceder,
robustamente el árbol que se extiende
volar te hará con versos en sus ramas.
 
 
Aunque no por ello mi felicitación deja de ser solemne. Y como propina, la canción que me ha dado por rondar desde esta mañana. La incluyo por la letra, acorde a este blog, según estimo.
http://www.youtube.com/watch?v=YCKANiM9tUM
Sp. B. N.  

lunes, 12 de marzo de 2012

Una pamplina y Phil Collins con patillas

Voy a empezar por la minucia. La bagatela. Hoy estoy así de idiota. Empezamos por esta hoja publicada en el ABC de 28 de febrero de 1969. Disfrutad de Carlos Sahagun.

Vamos a lo serio.
Dentro de pocas horas será día 13, dies natalis de nuestro compañero Angelus. ¡Eleléu! Y yo, por vicisitudes de la vida, no podré estar aquí mañana, así que le he entregado su regalo: el vinilo de Genesis Live. Me costó decidirme pero ganó ese, fite tú (había rivales como Emerson, Lake & Palmer; Rainbow o Luis Cobos).

Acompañélo, por supuesto, por un soneto, cima del cutronguismo de última hora. Allá vamos.

Esta minucia rotatoria encierra
el enorme poder de cinco mendas.
Sonido limpio, espero, te sorprenda,
pues si no me pondré como una fierra.

Que te compense por la suerte perra
que acaso ahora jode tu merienda.
Que te plazca escuchar aquesta prenda
cuando andes por los cerros de tu tierra.

Hackett con barba, Collins con patillas:
óptima etapa desta excelsa banda.
Escucharás la musical cajilla,

un perejil, cuchillo y vigilante.
¡Ínchilo, chache! ¡Vaya cuchipanda!
Si lo llego a saber te lo doy antes.

Pues esto es lo que me salió, que yo soy así de cutre. Lo siento de veras, pero bueno, para compensar os dejo algo bueno (que encima es una frikeza mitológica y así todo queda en casa):

Sin más,
Tertius Romanus Sicculus.

sábado, 10 de marzo de 2012

SexteNTo por una Vida.

No me termina de convencer la forma. Lo mismo el contenido pida un soneto. Pero lo subo, al menos de forma provisional, y es que la catarsis que he sufrido con su escritura me ha salvado.



Si no te veo moriré de angustia.
Si el por qué me preguntas, por no verte
te diré: no hay razón para la muerte
Más allá desta vida vacua y mustia.
Tu visión me produce una gristeza
Que es mejor que morir sin tu grandeza.
                           10-3-2012  0:22

La dedicataria no verá esto en ente blog. Pero le llegará. Por mi Vida.

 ANGELUS ROBUR AGRESTIS