martes, 6 de abril de 2010

Dies natalis furiosus

Esta es la historia de un cumpleaños con final épico.

Comienza el día, hay clase, después una comida de celebración, y después un rato en los jardines de la facultad de historia con la entrega de regalos al cumpleañero, final del día y todo se acabó.

Podéis pensar, amigos leves lectores, que nada tiene de épico.

Épica es la celebración, épica.

Los regalos se conjugaron cuan estrellas en el firmamento oscuro produciendo un hecho, una casualidad, que nunca más se daría:

por un lado el amor: dos vinilos de CAMEL;
por otro lado la vegüenza ajena: el LIBRO PERSONAL de Alex Ubago.

También, y no menos importante a pesar de lo que digan mis neuronas cerebrales, hay que mencionar KARATE KUNG FU, apasionante guía-manual ilustrado en blanco y negro acerca del impresionante y antiquísimo arte de hacer el panoli en la calle o parecer chachi piruli ante tus amigos. Este libro está en el limbo, sin duda, lo mejor el poema dedicatoria.

Todo ello por separado no hubiera pasado nada, pero entre un astro y otro se encontraba el planeta díscolo, el cumpleañeros.

Ello hizo que su alma se llenara de "epicus furor" (por recordar a Rhapsody, ahora of Fire) y dejara que fluyera su espíritu astral entre los circunspectos que atentos atendían con atención la explosión mítica que se iba a celebrar entre el césped, sobre las piedras.



ANGELUS ROBUR AGRESTIS

3 comentarios:

Grupo NT dijo...

Por una parte, grande el detalle Rhapsodyero, pero señor, se ha olvidado usted del "Karate-Kung-Fú", lo cual no sé si es por descuido (y entonces no pasaría nada) o por desprecio del poema dedicatorio (que tampoco pasa nada por censurar un poema hecho en un viaje de tren Dos Hermanas-San Bernardo). En todo caso, protesto por el tal olvido, aunque regocíjome de ver las fotos de día tan estimulante.

Spurius Barrosus. NT

Yod dijo...

Insto al señor Angelus a que incluya en la narración de aquél día épico el detalle de ese magnífico libro de defensa personal.

Anónimo dijo...

lo incluyo