miércoles, 30 de noviembre de 2011

NOCHE OBSCURA DEL ÁNIMA

La noche oscura del alma, la noche en que la luz se ha ocultado. Porque la noche puede ser luminosa, puede ser un arcoiris de esperanzas, pero también puede ser su tumba. Porque la noche es un mar que te atrapa, todo lo envuelve, como la neblina de la mañana, que quizás no sea sino unos retazos de la noche. Y esa noche siempre llega, la noche-tumba, la noche-mar mortal. Porque, ¿qué es la noche del alma si no la muerte de la esperanza?¿y qué es la esperanza si no el anuncio de una muerte más o menos próxima? Si en la noche no hay luz, hay muerte, y la noche es muerte cuando no hay esperanza.

Aún así deseo la muerte anunciada, por muy dolorosa que ésta sea cuando llega. Siempre es preferible sentir a no sentir. Algunos sienten ascendentemente, otros lo hacemos profundísimamente, abismalmente diría, como horadando lentamente el altar en que apoyamos dicha luz, la esperanza, a la espera de que le caiga el rayo fulminante. Altar que se encuentra en lo más hondo de nuestro algo, lo que sea. Una veces despreciado, otras manipulado por quien lo rechaza.

Angelus Robur Agrestis

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