Antes de nada, le dedico este artículo al maestro que no conocí en persona, obvio, pero que como tal lo considero, pues a veces se conoce mejor a las personas por su espíritu hecho letra.
Después de tanto tiempo sin poner algo sobre mis averiguaciones y reflexiones en torno al mundo germánico y la relación entre su Historía y lo escrito, me he decidido, quitándole tiempo al sueño y a cierto trabajo que, aunque placentero, me tiene algo harto, ha escribir un articulejo (que serán dos) sobre un romance popular de la tradición moderna, el de don Boiso, o Bueso. Sobre él abajo diré, ahora sólo anticipo que al final del todo, en la segunda entrada, habrá ¡¡nibelungos en Castilla!!
Ea, un burgundio.
Después de tanto tiempo sin poner algo sobre mis averiguaciones y reflexiones en torno al mundo germánico y la relación entre su Historía y lo escrito, me he decidido, quitándole tiempo al sueño y a cierto trabajo que, aunque placentero, me tiene algo harto, ha escribir un articulejo (que serán dos) sobre un romance popular de la tradición moderna, el de don Boiso, o Bueso. Sobre él abajo diré, ahora sólo anticipo que al final del todo, en la segunda entrada, habrá ¡¡nibelungos en Castilla!!
Ea, un burgundio.
Hay unos romances que circulan por toda la Península, en su
tradición popular moderna, que en el mundo académico son llamados “Romance de
don Bueso”, o “Boyso”, el propio García Lorca rescata una variante de dicho
romance: http://www.poesi.as/index247.htm.
Podemos oír uno aquí:
Uno de los ejemplares de los recogidos que debe ser de los más
antiguo en cuanto a su forma (todos son de la tradición moderna), es uno sefardí,
que aparece en Díaz-Mas, Romancero,
1994, págs. 272-275, recogido en Salónica. Hay más de don Bueso entre los sefardíes, aunque yo me centro en este que
cito, que lo recojo de Piñero, Romancero,
1999, pág. 436.
De las altas mares
traen a la niña,
Cubierta la traen d’oro
y perlería;
En su cabeza lleva
una piedra zafira
Qu’arrelumbra de noche
más que al mediodía.
¿Ónde la llevarían
anesta cativa?
Ande la reina mora, qu’ahí lo merecía.
--¿Yo qué la quiería
anesta cativa?
El rey es mancebo se
la namoraría.—
La niña celosa a
llorar se metía.
--Metelda, siñora, a
lavar al varo,
Que piedra colores y
cobre desmayos.—
Cuanto más la meten
a lavar al varo
Más arrelumbraba el
su cuerpo galano.
--Quitalde, siñora,
el beber del vino,
Que piedra colores,
que cobre suspiros.—
Cuanto más le quita
el beber del vino
Más arrelumbraba el
su puerpo lucido.
Inda no’s de día ni
amanecía
Cuando la blanca niña
lavaba y espandía.
Su hermano, el don Bueso,
por ahí pasaría.
--Oh, qué manos blancas
en el agua fría.
Enteras parecen de
una hermana mía.
¿Vos place, siñora,
venir en mi compañía?—
--Los paños del rey,
¿ónde los dejaría?—
--Los que son de oro
con ti los traerías,
Los que son de seda
al río dejarías.—
--Oh, qué pachás blancas
enriba el caballo.
Enteras parecen de
un querido hermano.
Dicimi, mancebo, ¿ánde
me llevarías?
Estábamos cerca los
campos d’Oliva?—
--Dicimi, la niña,
la niña lucida,
¿d’ónde conocías los
campos d’Oliva?—
--Ahí fue criada y
ahí fue nacida;
So hija de reyes, de
bueno venida,
Me cautivaron moros
por la mañanica.—
--Abrisme, mi madre,
puertas del castillo,
Que en lugar de nuera
hija vos hay traído.—
--Si es la mi nuera,
entre en mi cillero;
Si era mi hija,
venga en los mis brazos.—
--Abrisme, mi madre, puertas del palacio:
En lugar d’ermuera
hija yo vos traigo.—
--Si me traés hija, venga
en los mis pechos;
Si es mi nuera,
entre en mi cillero.—
Eso que oyó la madre
sus puertas abriría,
La besó y la abrazó,
arriba la subiría.
Sefardíes. (http://asonante.blogspot.com.es/2011_03_01_archive.html)
Sefardíes. (http://asonante.blogspot.com.es/2011_03_01_archive.html)
El hecho de que sea sefardita ya indica que debía cantarse
en 1492. Sin embargo, no hay ninguna copia antigua de dicho romance. Hasta las
encuestas modernas no se recogió y se hizo patente su existencia actual por
parte de los académicos. Sin embargo, y a parte de que lo cantaran los
sefardíes, lo que ya da una fecha mínima (1492), se sabe que era conocida en
1560, año de una edición de un pliego suelto, conservado en Praga, en el que se
cita un inicio de romance:
A caça va el rey
don Bueso
Por los montes a correr[1]
Según Menéndez Pidal “es la única cita textual que tenemos de
un romance viejo de don Bueso”, romance que hoy no se conoce. Este inicio es
similar a otros romances, con el mismo protagonista; romances llamados, por ser
su tema, de la Muerte Ocultada. Pero quizás pudiera ser una variante de la
recogida últimamente, en que estén ambas tradiciones mezcladas, pero quizás
nunca lo sabremos.
Otras referencias anteriores las hay, en poemas de 1460 y
1420. Sin embargo, son citas indirectas del personaje, no del romance, y no
parecen ser, por su referencia, el don Bueso del romance que ahora nos toca,
por tanto rechazamos estos “buesos” como perteneciente a la misma tradición. Si
con Rolando se pasó desde un principal guerrero de Carlomagno que muere en
Roncesvalles, a un caballero loco de amor, quizás estos “Bueso” de los que
hablaba, tratados de forma burlesca, habían sufrido un cambio similar (como
personaje, no como romance), de hecho, a finales del siglo XVI se escribió un
romance en el que se parodiaba en un tono “moderno”:
Doliente estaba
don Bueso de amores que non de fiebres;
Doloridas penas
passa por mirar ojos crueles…(Pidal, 1951, 107).
El maestro Menéndez Pidal nos trae a colación (Ibídem) una serie de extractos de
romances, en el que aparece el personaje, ya hecho tópico, sin duda, pero que creemos
tuvo que nacer de esos romances iniciales en los que se le trataba sin
ridiculizar, sin caracterizar de algún modo que no fuera el de un noble
caballero que en un viaje o paseo se encontraba con su hermana. Quizás, en los
romances en los que más marcado estaba el personaje sea en los romances más
modernos, en los que Bueso es más cortés y menos “medieval”. Hasta aquí, lo que
he intentado mostrar es que hay una tradición, con un modelo que ha debido
sufrir modificaciones con el tiempo.
La historia de don Bueso en los romances conservados,
incluso en los sefardíes, que como digo son los más antiguos que tenemos,
aunque recogido en tradición moderna, por tanto es posible que algún cambio
haya sufrido, consiste en el noble caballero que se encuentra a la hermana en la morería y la trae de vuelta a casa. Sin embargo, la historia-fuente (Gudrun) de la que procede no es así, sino que dos caballeros van a rescatar a su hermana y prometida respectivamente, que está cautiva en la corte de un enemigo, por tanto el
personaje femenino no es rescatado por un hermano sólo, ni estaba en tierra de
moros. De ahí que M. Pidal diga: “Sabemos, pues, de cierto que en el siglo XVI
y comienzos del XVII eran muy cantados ciertos romances viejos, muy viejos ya en la segunda mitad del
siglo XV, en los cuales don Bueso iba a caza, y en los cuales pasaba alguna
aventura de amor propia de edad arcaica” (Pidal, Ibídem, 109). La negrita es nuestra. Con remarcar esa frase,
queremos hacer notar que hablamos de que la historia era “vieja”, por tanto la
historia es muy anterior al siglo XV, y esa historia debió cambiar con el paso del
tiempo y el espacio desde su origen a su recogida (aunque por los datos que ya
hemos dado, y por la historia que cuenta el romance sefardí, podemos decir que
ya en el siglo XV se había consumado el cambio). En cuanto a lo de “aventura de
amor” hay algún ejemplar en que parece que la dama ha sido violada, por tanto,
queda el rastro de una acción sexual, más cercano a esos romances, muy viejos
ya en el siglo XV, que engarzarían posiblemente con la historia original de Gudrun, o quizás, de alguna otra, que
más abajó hipotetizaré.
Hay que remarcar una característica de dicho romance
sefardí: la poliasonancia. Esto lo que nos indica es que el romance está a
medio camino entre una versión anterior por partes, en que cada parte tiene una
asonancia, y un segundo momento en que sólo hay una asonancia. Aquí, lo que
tenemos es la alternancia de varias asonancias de forma aleatoria. Lo que nos
sirve para pensar que el romance en 1492 ya era añejo, aunque no se pueda decir
cuánto, lo que redunda en nuestra creencia de que el personaje ha podido sufrir
cambios a la par que la forma misma del romance (es sabido que con el tiempo el
romance se va reduciendo), no tiene, por tanto, que parecerse en lo más externo
a su modelo original.
Hay otras tradiciones de romances con dicho protagonista,
pero no nos interesan entrar en ellas, sólo considerar que pueden ser
tratamientos diferentes de un mismo personaje, lo que nos ayuda a pensar esto
es el hecho que el mismo maestro Pidal nos dice: Bueso es un nombre escasísimo.
Así, podemos recapitular y reflexionar acerca de los cambios que el tiempo ha
podido propiciar:
-
Un personaje, Bueso, que es tratado en varias
tradiciones (al menos tres: Princesa cautiva, Muerte Ocultada y el de la Mala
Suegra), pero que pueden ser tratamientos paralelos de un personaje cantado
previamente. Nosotros nos centramos en el de la Princesa Cautiva.
Parece ser, según Menéndez Pidal, que dicho
personaje en esta tradición, tenía un lio amoroso. Quizás entremos en eso en la
próxima entrada sobre el tema. Lo que sí puedo decir es que hay alguna versión
en que parece indicar algún tipo de violación, aunque no parece que sea por
parte de Bueso, lo que no importa, pues el tiempo ha podido modificar el poema.
-
Según veremos más abajo, el personaje masculino,
si la historia proviene del poema Gudrun,
es una síntesis de dos personajes del poema germánico, algo que también parece
influido por el tiempo y por el influjo de otros tipos de composición que más
abajo se reseñarán.
-
En lo formal: los ejemplos sefarditas, tanto el
audio como el transcrito aquí, son poliasonantes, por tanto son un estado que
nos produce sensación de antigüedad, ya que están entre un estado antiguo con
varias partes y asonancias, y otro estado con una sola asonancia.
En
cuanto al personaje:
Sólo podría ser
interesante pensar que en el siglo XIII aparece en la poesía juglaresca un Bueso,
francés, a quien mata Bernardo del Carpio, sin embardo en el siglo XVI,
Ambrosio de Morales cree imposible aquella batalla con ese enfrentamiento.
Nuestro amigo, Ambrosio de Morales.
Que esté relacionado este Bueso francés con la épica es algo que debemos tener en cuenta. Reflexionemos:
Nuestro amigo, Ambrosio de Morales.
Que esté relacionado este Bueso francés con la épica es algo que debemos tener en cuenta. Reflexionemos:
-tenemos a un Boiso, del siglo XIII (recordemos que en poesía juglaresca, por tanto, no en romance), relacionado con la épica y de origen francés.
Pidal nos dice que el nombre es “importado de Francia”, y usado muy poco por
personajes históricos, que parecen relacionados con Palencia: un merino mayor
de Saldaña y gobernador de Carrión (de los Condes), otro en Aguilar de Campóo, y
otros de tierra de Palencia, ya sea con Bueso (Boiso) en apellido o en nombre,
la mayoría de los dichos son del siglo XII, otros del XIII. En un romance de don
Boiso se habla de tierra de Campos, puede ser restos de una canción anterior en el que se cantara alguna hazaña de un guerrero de la tierra. Comienza:
Camina Don Boyso—mañanita fría
a tierra de Campos—a buscar la niña.
Hallóla lavando—en la fuente fría.
—¿Que haces ahí, mora,—hija de judía?
Como se dice en esa web, lo normal es creer que el nombre
Boiso o Bueso pudo ponerse de moda, por otros cantares anteriores (juglarescos), y que la
gente se llamara así, pero para poner a un héroe de un romance en una tierra
tan concreta, parece ser provocado por alguien de esa tierra o que en esa
tierra hiciera algún tipo de gesta. O el héroe francés se confundiera con un
personaje de la tierra y se cantaran ambos a la vez, de una forma sincrética en los cantares juglarescos, o que los distintos personajes (palentino y francés) se unieran en esta forma sincrética en la aparición del romance, cuando ya la frontera no estaba en Palencia, sino en Granada, aún así, se mantendría ese detalle de Palencia, proveniente, como he dicho, de un cantar anterior;
-por otro lado, tenemos una historia que recoge el tema de
la princesa cautiva y rescatada (en este caso por su hermano, modernización que
creo posterior, influido por el tema de la filadelfia: Karlamagnus-saga, Infantina de França, Pastorinha y Silvaninha, son los temas que Carolina
Michaëlis de Vasconcellos aduce, yo lo tomo de Pidal, 1951), que parece ser una
historia en romance proveniente de una traducción (ya sea por tradición directa
o por traducción de otra lengua a la que ya había sido traducida). Me aventuro
a pensar que la versión sefardita, o si es mejor, la versión antigua no
conservada es “descendiente” de una versión traducida de un original
extranjero, traducida al español bien del catalán (donde también se conserva),
bien de otra lengua, y quizás en esa traducción o en otra de una lengua
intermedia la historia se pudo cambiar.
Si tenemos dos tradiciones medievales: una del siglo XIII,
juglaresca, en la que Bernardo del Carpio mata a don Boiso, francés, y luego
tenemos una historia en que un caballero salva a una dama noble cautiva
(historia de Gúdrun en este caso), y por último tenemos romances castellano en
que detalles de ambos se mezclan: protagonista de uno, historia de otro, nos
hace pensar que hubo una síntesis de ambas historias. Posiblmente porque el
personaje de Boiso se convirtió en muy famoso, como la prodigalidad que Pidal
nos muestra en sus ejemplos nos hace ver, lo que le hacía en un personaje muy
interesante para realizar la “hazaña”. Y también en otras tradiciones y
parodias como hemos visto. En este sincretismo en el que el Boiso juglaresco se erige en protagonista masculino único, se pudo sincretizar a su vez los dos protagonistas de la leyenda originaria (de la que no hay versión directa en España, más allá de este romance), el hermano y el amante. Como rastro del amante tenemos el que don Bueso va al campo en busca de "amiga", o de "nuera" para su madre.
La historia, de esa forma, se modifica adaptándose a la
realidad hispánica (frontera, como la que en el siglo XIII podía haber en
Tierra de Campos) y al personaje don Boiso, que ya tenía su propia historia
(galante, y quizás guerrero en la frontera, pues sigo pensando que el que
aparezca Palencia en uno de los romances puede ser resto de una canción
anterior, no en romance, claro, en el que se contara la historia de un
personaje, quizás también con este nombre, en la frontera, una historia de
hazañas o de amoríos).
Otros ejemplos:
este argentino: http://weblitoral.com/archivo%20de%20textos/de-ida-y-vuelta/america/don%20bueso%20argentina
En la siguiente entrada sobre el tema, hablaré sobre la
relación concreta entre la leyenda de los Nibelungos y este romance castellano,
algo que era la intención al ponerme a escribir este articulejo, pero que al
final, por lo complejo del tema, me he visto obligado a hacer primero estas
hipótesis para luego, una vez aclarado yo mismo acerca de qué es este romance
(al menos, mediante hipótesis), poder embarcarme en el próximo articulejo, muy
interesante y que puede arrojar luz sobre mi “investigación” sobre el tema de “los
germanos y lo escrito” que estoy realizando, cuya próxima entrada estará
relacionada con Jordanes.
Por útlimo, tengo que pedir perdón por la, quizás, difícil
lectura de este articulejo, porque lo he escrito del tirón, apenas sin revisar,
y son las 3 de la mañana. No tengo ganas de revisar, otro día, pero por si “otro
día” significa nunca o un mes, lo cuelgo ya.
Bibliografía:
Pedro Piñero, Romancero,
1999.
Ramón Menéndez Pidal, De
primitiva lírica española y antigua épica, 1951.
A parte de estos libros, he usado las páginas web que he
enlazado. Las otras citas que hago, están en Menéndez Pidal.
[1] Véase F. Wolf, Über eine Sammlung spanischer Romanzen auf der Universitäts Bibliothek
zu Prag, Wien, 1850, p. 18 (Apud Pidal,
1951, 106)
SEGUNDA PARTE http://grupont.blogspot.com.es/2012/04/sobre-don-bueso-segunda-parte-la-cruz.html
Angelus Robur Agrestis
SEGUNDA PARTE http://grupont.blogspot.com.es/2012/04/sobre-don-bueso-segunda-parte-la-cruz.html
Angelus Robur Agrestis
7 comentarios:
Pues me va usted a perdonar, pero el articulejo tiene poco de ensayo.
Gracias por su comentario. Pero le diré que primero: no está terminado, falta, al menos, una entrada más en la reflexionaré sobre la relación entre este romance y la relación entre germanos y España en la EM. Y en segundo lugar aquí ya hago proposiciones que no proceden de nadie, si no de mí, por tanto si eso no tiene algo de ensayo ya me dirás. De todas formas, eso que de ensayo tiene es lo que introduzco en su "poco de ensayo", porque es poco, pero es algo.
Y le agradecería que se identifique la próxima vez, que la opción de "Anónimo" es para quien no tenga cuenta.
Ensayo, según el DRAE, en su segunda acepción es:
2. m. Escrito en el cual un autor desarrolla sus ideas sin necesidad de mostrar el aparato erudito.
He desarrollado ideas mías (un sólo personaje primero tratado en tres tradiciones distintas, personaje que puede ser síntesis de caballero palentino y francés. Síntesis de este personaje con los protagonistas de Gúdrun, dando como resultado este romance) algo que creo que no ha dicho nadie, y la erudición no la he tratado, pues sólo he referenciado la fuente de los romances y un artículo de Menéndez Pidal, porque tendré que decir, al menos de donde saco lo que no es mío, es decir, los datos.
Ahora, si es tan amable, y quiere, me gustaría saber por qué no es ensayo según usted.
Pues me va usted a perdonar de nuevo, pero es que no he encontrado en el articulejo una sola idea suya. A ver si en la segunda parte se esmera en aportar algo nuevo. ¿Un sólo personaje en tres tradiciones distintas? No es una idea suya.
Por segunda vez le agradezco su comentario y por segunda vez le pido que se identifique, es decir, que firme con un nombre o pseudónimo.
Bien, sobre este romance he leído la bibliografía reseñada (las notas que aparecen en Piñero, y la el artículo de Pidal), y Pidal acaba su artículo con las siguientes conclusiones:
- los romances de don Bueso, tan famosos y tan viejos en el siglo XV, no sabemos cuáles pudieran ser.
- la abundante recolección romancística del siglo XVI, tanto la hecha con destino a la imprenta como la manuscrita en cartapacios de poesía, no recogió ningún romance de don Bueso; Ambrosio de Morales conocía varios.
- En la tradición moderna hay dos romances principales de don Bueso: el rescate de la hermana cautiva y la Muerte ocultada. Los dos tienen una forma primitiva hexasilábica en pareados, y una forma derivada refundida en octosílabos.
- No es inverosímil que los dos octosílabos en la Ensalada de Praga perteneciesen al primer pareado de una versión octosilábica de la Muerte Ocultada anterior a la versión monorrima que hoy nos conserva la tradición.
Perdón por poner todo esto, pero con ello quiero mostrar que Pidal no dijo nada de lo que he querido suponer aquí.
¿Que se haya hablado de que un mismo personaje aparezca en varias tradiciones a causa de que se hizo famoso? Puede ser, y si es así, le pido bibliografía para de ese modo, crecer en conocimientos.
Por otro lado, lo más importante de mi artículo no es eso (fíjese en el título), sino la parte que toca tocante a la tradición germánica propiamente dicha, la de Gúdrun, pero creí necesario reflexionar sobre esta versión previamente para tratar el protagonista y así justificar los cambios del poema.
Con todos mis respetos me despido, y le pido, como previamente hice, que se identifique.
Tengo que decir que Pidal, en SUPERVIVENCIA DEL POEMA DE KUDRUN,RFE tomo XX, 1933, dice que el protagonista de don Bueso puede ser síntesis (usa otra palabra) del hermano y del prometido de Gudrun. Por tanto, no es cosa mía, lo dejo dicho porque lo he leído a posteriori de mis comentarios anteriores.
También me ha llamado la atención algunas cosas como que hay estudiosos que pensaron que los poemas tipo "don Bueso" eran anteriores a KUDRUN, pero Pidel lo rebate y cree que es posterior, y además heredero. Yo me inclino a pensar que es una composición tomada de alguna tradición oral previa (algo que no rechaza Pidal), pero que la de Bueso no tiene por qué venir de KUDRUN, sino que es de un arquetipo paneuropeo al menos. Ya iremos viéndolo.
Que curioso, mi apellido es Bueso.
Publicar un comentario