domingo, 20 de septiembre de 2009
El tercer secreto de la vida. Dedicado a Paco Fox
Buen momento del día en el que os encontréis siendo. Para los amantes del secreto de la vida (ver enlace) escribo esta entrada. Reflexionando sobre un comentario de Paco Fox en una entrada anterior, he llegado a comprender que muy posiblemente el tercer secreto de la vida, sea la Épica (junto con el Trina y el Rock Progresivo), y ésta siempre acompañada por algo de vergüenza ajena, siempre acompañado, y todo lo explicaré en esta entrada.
En primer lugar quiero explicaros por qué siempre la épica va acompañada por vergüenza ajena, bueno, eso no porque eso es algo inexplicable, es un binomio inseparable indefectiblemente, pues bien, aunque nadie pueda explicarlo lo he comprobado jugando al billar. Teniendo en cuenta que la ´Épica es un secreto de la vida, y la vida gira en torno de tal principio, quería hacer una partida épica, buscaba la bola difícil, la picaba, quería encontrar la carambola más difícil, y todo eso teniendo siempre una bola más fácil para meter, la épica está aquí, la pregunta ahora es: ¿dónde está la vergüenza ajena?
Amigos, la vergüenza ajena está en los que nos veían jugar, ese estupor que sentirían al verme hacer lo que nadie espera hacer por parece una gilipollez (y sin embargo meterla, o no), esa vicisitud que se le reproduce a cantidades incontables, inmensurables, terriblemente abultadas en sus estómagos al verme picar la blanca para sacar la negra que está justo en el filo del agujero teniendo otra para meter.
He ahí la Épica. Y su vergüenza ajena. Y me pregunta mi amigo: “¿y en la Edad Media en la que no había Trina ni Progresivo?”. Y yo le digo: “no les hacía falta, su vida está inmersa en la Épica, no les hacía falta nada más, para empezar la cerveza o el vino, que es parte de la épica, era lo único que bebían, y esas bebidas se convertían así en alegrías de la vida. En cualquier momento venía alguien con una espada y te rebanaba, no había policía a la que lloriquear, sino que cogías un hacha y hacías justicia, o una piedra. Vivían en Épica.”
Por esa falta de Épica de hoy en día debemos rellenar huecos, y frente a la falta de Épica guerrera o sentimental usamos el Progresivo, nos llenamos de ÉPICAAAAA al escuchar progresivo, ciertamente no todos los grupos o canciones valen, pero sí la mayoría. Que se te muere alguien o te encuentras una inscripción en una piedra piensas en Epitaph, que te aburres y te crees un guerrero…negro por ejemplo, pues nada, piensas en The Legendes And Myths Of King Arthur And The Knights Of The Round Table. Que se te gasta la cerveza o el vino pero sigues teniendo sed, o considerando la blandería humana actual no nos apetece estas alegrías de la vida, ¿qué haces? Pues te bebes un Trina, de ahí que se haya convertido en un secreto de la vida (ahora ya hay que decir que de la vida actual pues ya vimos que anteriormente con la Épica bastaba, era el pilar del Universo).
Otro día hablaré de la diferencia entre progresivo y otras música épicas que no son secretos de la vida, pero eso ya otro día.
Angelus Robur Agrestis
Edito: llevo poco tiempo en el progresivo, no he escuchado mucho, pero la descubrición que voy acometiendo a pasos lentos, son con pasos fijos y firmes, en mi estudio concienciado de algunas canciones y tras la lectura de algunos artículos que descubrí buscando información sobre ÉPICAAAA tolkieniana que me llevó a un artículo sobre wakeman, al que conocía sólo de oídas, hizo que fuese tomando conciencia sobre el verdadero papel del progresivo en el universo. Amigos, perdonad que a veces se me note verde en el tema, pero para saber algo no hay que saberlo todo, y yo ya se que el progresivo es eso sin haberlo escuchado todo. Poco a poco voy ampliando mi oidor implícito e incluso mi horizonte de expectativas.
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8 comentarios:
Endeluego chavea, tu estudio de los secretos de la vida traerán gloriosas consecuencias... digo yo.
Román (Tertius Romanus Sicculus)
Imposible estar más de acuerdo. Una de mis pocas épicas deportivas (porque huyo mayormente del ejercicio físico) se produjo lanzando una bola en una bolara intentando llegar a gran velocidad a la pista. Fui yo el que acabó deslizándose (pero sin llegar hasta los bolos: todo quedó a cero). O en un karting: me enlacé tres curvas sin frenar para luego acojonarme en la cuarta, clavar el coche y ser enculado por cuatro vehículos. ¡Tiembla, Nelsinho!
te lo dije por messenger y te lo confirmo aquí: gran frase la de "En cualquier momento venía alguien con una espada y te rebanaba, no había policía a la que lloriquear, sino que cogías un hacha y hacías justicia, o una piedra. Vivían en Épica."
Román (Tertius Romanus Sicculus)
y lo curioso es que no sólo lo expongo aquí, sino que ya son mucha las personas que lo han escuchado de mi voz.
Angelus
El apostolado de la ÉPICA es así.
Román (Tertius Romanus Sicculus)
Joer, me he reído y emocionado con la entrada. ¡Mis enseñanzas se extienden! ¡Pronto seré el rey del mundo! ¡Seré Kira! (coño, a ver si me acabo de leer ya Death Note, que me tiene comido el cerebro)
Por otra parte, espero con ansias ese post sobre grupos que dicen ser épicos, pero que no son secreto de la vida.
aviso desde este reconditísimo lugar que la entrada sobre la música épica y la que tiene carácter de pilar del Universo tardaráun poco en aparecer, pues necesito tiempo, y ahora que empieza el curso tendré algo menos para escuchar música, rescatar de mis torres de DVDS y del CPU aquellos discos épicos que me encandilaban en mis más tierna adolescencia.
Por su puesto ya aviso de que no tendrán el nivel que suele tener las entradas sobre estos temas que aparecen en el blog de vicisitud y sordidez en la que participan Paco Fox y su compañero que firma con la cuenta del blog.
Angelus
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