miércoles, 27 de enero de 2010

Que el maestro nos ilumine: El tábano

Dejadme que estrene mi casillero de aportaciones bloguísticas del año con (como siempre por mi parte) un poema; y como veo que las cosechas, entre tanta lluvia y tanto temporal, se han marchitado un poco, y no es una crítica sino un suave incitar al cultivar versos por parte de todos, os traigo una fábula de nuestro gran maestro, don Juan Eugenio, que hace cerca de un mes (otros dicen año) me llamó la atención porque había por latitudes internautas quien merecía escuchar con atención todo esto:

"Simplicio Merlo se llamaba un joven
alto, rubio, simpático, elegante,
que hablaba de Solón y de Beethoven,
de política muerta y palpitante,
de Nínive y Pavía,
de flores y jabón y albeitería
en esa fácil prosa
en que, charlando a mil, no dicen cosa
que deje conocer al inquirirlo
diferencia entre Merlo y entre mirlo.
Simplicio Merlo, pues, hombre decente,
de grande oreja y pie y angosta frente,
largo bigote, puntiaguda pera,
no dejaba de ser... -Muestre quién era
la relación verídica siguiente:
A cierta romería
Don Simplicio Merlo concurría,
y todo concurrente, grande o chico,
dama o galán, allí montó borrico:
mayor caballería
no debieron hallar de buenas artes,
y hay burros muy de bien en todas partes.
Habiéndose apeado
para gozar la plácida verdura
de un floreciente prado,
y siguiendo al jinete su montura;
bicho que sin piedad las acribilla,
un tábano atrevido,
sáltale a Don Simplicio a la mejilla;
y de ella sacudido,
le punza entre el mechón de la perilla.
Simplicio en el instante
las manos echa al perillán picante
(perillán esta vez inadvertido),
y héteme aquí mi tábano cogido.
-Oiga usted, caballero,
dijo (la cortesía lo primero)
Simplicio al sangrador: tengo entendido
que es en ustedes uso
cuadrúpedos picar; mas no que pique
tábano alguno al hombre;
y, juzgándome digno de este nombre,
debo manifestar que estoy confuso,
y quiero se me explique
luego, sin dilación, cómo se abona
el hecho consumado en mi persona.
-Señor hombre de Dios, contesta el preso,
tengo excelente olfato y mala vista,
y cometí por eso
culpa que me avergüenza y me contrista.
Véole a usted ahora,
y advierto que enamora
por su talle y figura,
y el aire señoril en traje curro;
pero al volar aquí, mala ventura
mía, que a i honradez no corresponde,
trájome a la nariz, no sé de dónde,
un olorcillo a burro;
y tropezando con usted a tiento,
le piqué, suponiéndole jumento.
-La causa ya discurro,
Simplicio reparó, del desatino
que a usted a ciegas cometió: me sigue
no lejos el pollino
que monto en este viaje,
y lo que usted olió fue mi bagaje.
-Cierto, señor: su enojo se mitigue.
Manso perdone la imprudencia mía;
no supe qué pinché ni qué me olía.
Racional es usted, hecho y derecho,
no bestia vil de carga.
-Me doy por satisfecho,
dijo, y abrió los dedos el Simplicio,
y el tábano se larga;
y en pago del inmenso beneficio,
grita en el aire con acerbo chiste:
-Bien a burro me olías:
lo eres a no dudar, pues no entendiste
mis poco rebozadas maulerías.
Los pinchazos agudos y frecuentes
con que le rompo al asno el cerviguillo,
te ofrezco, si te pillo
donde a mi gusto mi rejón te alcance.
Súpose por eltábano este lance,
y óyese desde entonces a las gentes
en honra y gloria de Simplicio Merlo:
"¿Hueles a burro tú? Señal de serlo."


Cortesía SPVRII BARROSI NASONIS, del grupo NT.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

grandemente me complazgo al leer esta fábula de nuestro amigo. Gracia y desaire que nos ofrece en estas ripias (rimas+ripios),

No a mucho tardar, y si me acuerdo, colgaré una fabulilla que escribí siguiendo el ejemplo deste gran componedor de versos ligeros.

angelus

Anónimo dijo...

por otro lado sugiero que dejemos la etiqueta "filología" para las críticas textuales y otros ejercicios de investigación, crítica o ciencia lingüística y filológica. y "poesía" para la poesía

Anónimo dijo...

Pero pijo, que yo sí estoy escribiendo cosas, otra cosa es que las haya leído, que no hay por donde pues no nos vemos con los examenes y paso de leer lo que escribo en un pasillo quitándote 1 minuto del descanso, la poesía se lee en un momento adecuado. No obstante transcribiré al foro una especie de declaración que he escrito hoy mismo.

Grupo NT dijo...

Ea, ya está quitada la etiqueta.

Y en cuanto al escribir, me lo creo, señor, lo que pasa es que no hablamos del tema últimamente y quería sacar a relucir mi desacuerdo con tal situación.

Spurius

Anónimo dijo...

para mi la mejor opción es la de reuniones periódicas, aunque se hable en otros momentos, pero hacer una periódicas donde expongamos nuestros avances y nuestras inquietudes líricas sería la mejor opción.

angelus

Alejandro Candela Rodríguez dijo...

Os amo.
Y hoy, especialmente, a Barroso por tan gran composición.

Grupo NT dijo...

Lamento decepcionar a mi gran fan Candel, pero en la intro del poema digo que es de Juan Eugenio, esto es, no es mío:
Perdón con mayúsculas por esta infamia y por haber hecho que me confundas con el gran Hartzenbusch.

De todas formas, el amor es mutuo, como te imaginas, si es que el tuyo no desaparece con esto...


Spurius

PD: Por supuesto que hay que hacer tales reuniones, algo que antes ya era una costumbre, y ahora no, pues bueno, lo achaco a los problemas en Cachemira

Ángel Luis Robles dijo...

seguimos sin las reuniones, pero acabo de caer en que el tábano no pica, aguijonea, sino que muerde. ¿En qué estaba pensando Juanu?

ANGELUS